Parece que la fertilidad es algo que viene de serie. Sin embargo, la infertilidad es una enfermedad que afecta a más de un millón de personas en España. Son muy pocas las mujeres que se ponen en manos de profesionales para preparar el embarazo, pero existen ciertos pasos referidos a la salud, a la mente y al entorno que se pueden seguir tanto para lograr la concepción como para que el proceso de gestación sea más saludable y seguro. La doctora Jéssica Marqués, ginecóloga de la Unidad de la Mujer de Quirónsalud Zaragoza, tiene claro la primera medida y la más efectiva: «La mejor manera de abordar la infertilidad es no retrasar la maternidad e intentar tener hijos antes de los 35 años».
¿Qué hay que hacer para organizar la maternidad?
Sin embargo, esta entrega de «Entre Nosotras» aborda en profundidad y de forma pausada las opciones que la reproducción asistida ofrece para poder planificar la maternidad. «Existe la falsa creencia de que se es fértil mientras se tiene la menstruación pero no es del todo cierto. Realmente no somos conscientes de lo que desciende la fertilidad con la edad. Desde el punto biológico, 35 años es demasiado tarde para tener hijos» indica la doctora Jéssica Marqués.
La unidad de Reproducción Asistida de Quirónsalud Zaragoza, que cumple ahora 30 años, ha sido testigo de la enorme evolución en los tratamientos de fertilidad, la tecnología y el diagnóstico genético, así como las técnicas tanto de congelación de óvulos. «Todo esto ayuda a las mujeres a retrasar y planificar su maternidad por motivos sociales, laborales o médicos. Decidir preservar su fertilidad puede ser sinónimo de poder ser madre en un futuro», explica la doctora Marqués.
¿Cómo han mejorado las técnicas de los tratamientos de fertilidad?
«Ha mejorado tanto la técnica como la tecnología en el laboratorio», confiesa Marqués. Ejemplo de estas novedades es el diagnóstico genético preimplantacional, que es el estudio del ADN de embriones humanos para seleccionar los que cumplen determinadas características y/o eliminar los que portan algún tipo de defecto congénito. También es destacable, según apunta la doctora, la mejora en las técnicas de congelación y descongelación de embriones, lo que supone que la tasa de éxito aumente.