La iglesia de Santa María Magdalena se sitúa en un lugar de gran importancia histórica en Zaragoza, cerca del extremo oriental del Coso, al final de la calle Mayor, en la plaza de la Magdalena. Este sitio ha sido testigo de significativos acontecimientos a lo largo de los siglos, marcados por vestigios arquitectónicos que reflejan la diversidad cultural de la ciudad.
La iglesia de Santa María Magdalena
La presencia de una potente muralla de piedra de alabastro, cuyos restos aún son visibles, delimitaba la ciudad y se asociaba con la puerta de Valencia, conocida en época islámica como «Bâb al-Qibla». Esta puerta, que señalaba la dirección hacia La Meca (sureste), ha dejado huellas en la fachada de una casa cercana, recordando la importancia estratégica de este enclave.
La iglesia de Santa María Magdalena, cuyos orígenes se remontan al siglo XIV, es un testimonio vivo de la evolución arquitectónica de Zaragoza. Aunque remodelada en época barroca, conserva elementos mudéjares notables, especialmente su magnífica torre de planta cuadrada. Esta torre, con su decoración de arcos mixtilíneos y cerámica vidriada, sugiere un origen anterior islámico, posiblemente como el antiguo alminar de la mezquita que existió en este lugar antes de la conquista cristiana en 1118.
Las excavaciones arqueológicas realizadas en el entorno de la iglesia han revelado vestigios islámicos significativos, incluyendo un muro de cimentación que podría haber pertenecido a la antigua mezquita. La disposición arquitectónica de la iglesia y la torre indica que la torre pudo haber sido una estructura independiente antes de la construcción de la iglesia, desempeñando un papel crucial como faro (alminar) en la ciudad islámica medieval.
Este enclave es una ventana al pasado de Zaragoza, donde las capas de tiempo y cultura se entrelazan en su arquitectura y estructura urbana. La combinación de elementos mudéjares, la reinterpretación barroca y las reconstrucciones posteriores reflejan la evolución dinámica de este sitio a lo largo de los siglos, revelando las huellas de civilizaciones pasadas y la continuidad de la vida urbana en esta ciudad histórica. La preservación y estudio de la iglesia de Santa María Magdalena y su entorno arqueológico continúan siendo fundamentales para comprender la rica historia de Zaragoza y su legado cultural.