La Plaza Schweitzer es la pesadilla de cualquier taxista de Zaragoza. Cada cual la llama de una manera: Swizer, Schiffer, Surfer, Schwarzenegger… La realidad es que el doctor que da nombre impronunciable a esta plaza no solo fue médico, también fue un conocido filósofo, teólogo y músico franco-alemán.
Pasó la mayor parte de su vida en África donde desarrolló su labor como médico. Incluso en sus conciertos como organista acostumbraba a donar la recaudación para su hospital en Lambaréné. Fue el ganador de un Premio Goethe y del Premio Nobel de la Paz en 1952.
Aunque nos cueste pronunciar su nombre, merece la pena conocer su historia.