Uno de los eventos principales de las Fiestas del Pilar es, sin duda, la Ofrenda de Flores. Tanto por su importancia como por su significado, este acontecimiento se augura multitudinario. A su vez, en el acto intervienen miles de personas representando a distintas comunidades de España y de todo el mundo, siempre ataviados con las indumentarias tradicionales de su región.
El color, la alegría y la emoción característica de esta cita anima cada año a participar a más personas. Desde el año 2013, Zaragoza mantiene la tradición de invitar a un país latinoamericano debido a que el 12 de octubre también es el Día de la Hispanidad. Sin embargo, este año se hará una excepción y el invitado será Ucrania.
En este artículo os explicamos la historia de la famosa Ofrenda de Flores y su evolución a lo largo del tiempo. ¡No os lo perdáis!
¿Cuándo fue la primera Ofrenda de Flores?
Desde finales del siglo XIX, cuando se terminó de construir la basílica del Pilar, cada 12 de octubre la capilla de la Virgen se llenaba de flores. Cientos de devotos se acercaban hasta el templo para obsequiar a la imagen de la Pilarica. Pero en 1958 se quiso oficializar el acto. El concejal de festejos Manuel Rodeles propuso hacer la versión ‘Made in Zaragoza’ de la Ofrenda a la Virgen de los Desamparados en Valencia.
Fue este mismo año cuando se realizó la primera Ofrenda de Flores, pero ésta poco tuvo que ver con la de la actualidad. Se situó una replica de la Virgen en la fachada principal de la basílica, donde años más tarde se instalaría el conocido relieve de mármol blanco de Pablo Serrano para vestir la pared. La comisión de festejos entregó 20.000 claveles a la ciudadanos. Fueron 2.000 las personas que se animaron a participar y, durante 2 horas, la Virgen recibió ramos sin saber que este gesto se convertiría en el futuro en un icono de Zaragoza.
La Ofrenda de Flores crece, y el altar también
Los años siguientes el evento se fue consolidando y el número de oferentes era cada vez mayor. Ejemplo de su crecimiento es que en 1980 más de 50.000 personas se acercaron hasta la plaza del Pilar para entregar sus flores a la Virgen. Ante el constante incremento de los participantes, se plantea hacer cambios en la Ofrenda de Flores. ¿Quién crees que fue el artífice de esto? Nada más y nada menos que el cineasta Bigas Luna. Sí, el de ‘Jamón, jamón’. Precisamente en ese película demostró ser un gran conocedor de nuestra tierra y un amante de ésta.
Con el fin de ganar espectacularidad, propuso situar a la Pilarica sobre una gran columna en el centro de la plaza, justo en frente de la puerta oeste. Para colocar las flores se creó una gran malla metálica que rodeaba toda la estructura. Esta metamorfosis fue clave, puesto que la Ofrenda de Flores ganó vistosidad y, además, permitió hacer modificaciones en el itinerario, así como evitar grandes aglomeraciones al final del recorrido. Hoy en día ésta sigue siendo su disposición.
La actualidad
La imagen de la Virgen mide aproximadamente de tres metros de altura, teniendo en cuenta la corona y el manto tradicionalmente adornado con claveles y gladiolos blancos y, por supuesto, con la cruz de Lorena, símbolo mundial de la lucha contra la tuberculosis. Si se mide con todos los andamios alcanza los 15 metros ala estructura pesa casi 40 toneladas. En definitiva, todo ello conforma un evento dentro de las Fiestas del Pilar que suena a jota, sabe a tradición, huele a Zaragoza y se ve grandioso.
La ofrenda post-pandemia
El 2020 pasó a la historia como el año en que Zaragoza no vivió una de sus tradiciones más icónicas. Pero en 2021, por fin los baturros y baturras pudieron ofrecerle sus flores a la Virgen. En esta ocasión, el manto lució totalmente a lo que estamos acostumbrados: multicolor. Además, hay que matizar que la posición de la estructura se desplazó encima de la fuente de la Hispanidad, otorgándole un nuevo espíritu.
Paraguay es el invitado de honor en la ofrenda del año 2023
Desde el año 2013 se invita a un país latinoamericano con motivo del Día de la Hispanidad, con la excepción solidaria de Ucrania el año pasado. En el presente curso, Paraguay será el protagonista del manto floral, luciendo los colores de su bandera. Es una oportunidad magnífica para estrechar lazos entre la ciudad y el país sudamericano, que cuenta con una cultura para muchos desconocida, pero sin duda apasionante.