¡Ya está aquí el verano! Nos encanta tomar cañas en las terrazas del barrio, disfrutar de la ribera del Ebro sin que se nos lleve el Cierzo o refrescarnos en nuestra piscina favorita. Pero debemos estar preparados para el duro verano en Zaragoza. Hemos llegado a alcanzar los 47 grados en varias ocasiones, así que no nos engañemos, conviene prepararse y conocer todos los peligros veraniegos que nos podemos encontrar con la llegada del calor. ¿Quieres saber cómo afrontarlos?
Peligros veraniegos
1- Golpes de calor e insolaciones
De esto que te despistas y te dan las 4 de la tarde en la Plaza del Pilar, el suelo se convierte en lava y el aire aliento de dragón. ¿A quién no le ha ocurrido alguna vez? Te empiezan a entrar mareos, dolor de cabeza hasta vómitos. Eso es que tienes un golpe de calor. Lo primero que debes hacer, si no estás cerca de un centro médico, es llamar a urgencias. Después, debes recostarte con la cabeza levantada y refrescarte con compresas frías en nuca y frente o abanicando. Si se llega al desmayo, hay que colocar a la persona inconsciente tumbada con las piernas flexionales y esperar a los servicios médicos. De todas maneras, para no sucumbir a este peligro veraniego tan común, lo mejor es hidratarse, evitar las horas centrales del día e ir por la sombra.
2- Quemaduras solares
¿Le has oído decir esto a tu madre alguna vez? «¡Date crema!» «¿Te has dado crema?» «Al salir del agua date crema otra vez, que aunque pone que resiste, no es verdad» Pues es porque las madres lo saben todo. Es así. Darse crema, no exponerse mucho tiempo al sol, llevar sombrero además de ropa ligera y clara ayudan a evitar las dolorosas quemaduras. Si ya es demasiado tarde y parecemos guiris en Mallorca, lo mejor que podemos hacer es darnos una ducha tibia (¡sin frotar1) y aplicar after sun o aloe vera. Este último, mejor incluso si es directamente de la planta.
3- Cortes de digestión
Bueno, aquí las madres no es que no tuvieran razón. Ellas sabían que lo de que hay que esperar dos horas para bañarse después de comer, es mentira. Lo que pasa es que las madres, aunque a menudo no lo parezcan, son seres humanos sin superpoderes, y a veces necesitan echarse la siesta.
Los cortes de digestión pueden sucedes con el estómago vacío o lleno. Sus síntomas son visión borrosa, dolor de cabeza y mareos. Puede evitarse si al entrar en el agua no lo hacemos de golpe, sino que tomamos primero una ducha o entramos en el agua poco a poco. Aunque hagamos bromas, es un tema serio. Se debe tener cuidado porque este es uno de los mayores peligros veraniegos y es más común de lo que pensamos.
4- Picaduras de medusa
No tenemos playa, pero tenemos Salou. En Salou 9,5 de cada 10 personas son mañas. Y hay medusas. Pican. Duele mucho. Es un engorro. ¿Recordáis el capítulo de Friends en el que a Mónica le picaba una medusa? Pues es igual de mentira que lo de esperar dos horas a bañarse. Es un alivio. Aunque sigue siendo uno de los peligros veraniegos.
Lo que hay que hacer si te pica una medusa es, sorprendentemente, lavar la lesión con abundante agua de mar. Una vez bien lavada, lo cual hará que el dolor remita un poco, hay que fijarse en que no queden restos de tentáculos. Si los hay, deben retirase con cuidado para que dejen de transmitir veneno. Una vez bien limpia, debe aplicarse en la zona una solución de agua dulce con bicarbonato al 50%, o sea, dos dedos de bicarbonato en polvo por cada dos litros de agua. Por ultimo, aplicaremos hielo 3 minutos, descansaremos 2 y repetiremos hasta que lo hayamos aplicado durante 15 minutos. Y si el dolor continúa, lo de siempre, hay que ir al médico.
5- Daño ocular
Las gafas de sol no solo están para molar. Hay que asegurarse de tener unas gafas que filtren 100% los rayos UVA, ya que las que no lo hacen dañan más nuestra vista que si no llevásemos ningunas. ¿Por qué? Porque al hacer ver más oscuro nuestras pupilas se dilatan y entran todavía más los nocivos rayos UVA. ¿Sabes qué gafas te recomendamos? ¡Unas Boodlife! Ecológicas, de calidad, a buen precio, aragonesas y las más chulas del mercado.
6- Deshidratación
Tanto sol, tanto calor y caña, pues claro… Hay que beber muuucha agua. Se recomiendan dos litros al día. Si los bebes te sentirás mejor y evitarás los síntomas de este tremendo peligro veraniego. Fatiga, mareos y confusión son algunos de ellos, pero también irritabilidad y somnolencia. Mucho ojo y una botella de agua siempre a mano.
7- Picaduras de insecto
Son uno de los peligros veraniegos más comunes y molestos. Invierte en un buen repelente de insectos y, si te pica la mosca negra o algún insecto desconocido, acude inmediatamente al médico. También te recomendamos que no pasees por la ribera del Ebro al caer la tarde, pero nosotros nos ponemos pantalón largo y 10 pulseras anti-bichos, porque es tan bonita…
8- Intoxicación alimentaria
Hay quien tiene muy poco cariño por sus negocios, o muy mala suerte, o las dos. El caso es que si llevas viendo en el mismo bar la misma ensaladilla rusa durante tres días al sol, no la pidas de tapa porque acabarás en el hospital. Con el calor hay más riesgo de que la comida se estropee antes. Si te vas de picnic, utiliza también el sentido común y lleva alimentos que se conserven bien a altas temperaturas.
9- El aire acondicionado
Es un peligro veraniego, es así. Bendito y maldito a la vez. Propaga los virus como la pólvora, provoca catarros y contracturas musculares y gasta muchísima energía. Es verdad que sentimos que nos ha salvado la vida más de una vez, pero utilízalo con moderación, no hace falta ponerlo a tope y que cuelguen estalactitas del techo de tu casa.
10- Enfermedades de transmisión sexual. Sí, son peligros veraniegos
Sí, has leído bien. En verano aumenta sustancialmente el número de contagios. El calorcito, la repita ligera, los mojitos, las fiestas del pueblo, que si tal, que si cual. El caso es que hay más contactos sexuales y el verano nos hace más despreocupados. Mantengamos la cordura aunque sea verano y alejémonos de estos peligros veraniegos, que con este es tan fácil como hacer una visita a la farmacia antes de salir de fiesta.
Estos son los peligros veraniegos más frecuentes. Como ya sabes cómo identificarlos y prevenirlos, disfruta del verano con mucho corazón y un poquito de cabeza.