¿Sabías que la Iglesia de Santa Engracia es en realidad una basílica menor? ¿Y sabías que antes de eso fue un monasterio? Fue construida por orden del padre de Fernando el Católico y en un principio albergaba los restos de algunos mártires cristianos, entre los que se encontraba Santa Engracia. Sigue leyendo para descubrir sus secretos.
La Basílica de Santa Engracia y su entrada al pasado
¿Nunca te has preguntado por qué la estética de la iglesia actual es tan moderna? Como te contábamos antes, el templo es un mix de estilos. Surgió como templo cristiano para albergar los resto de los mártires torturados por los romanos. ¿No me digáis que nunca habéis visitado sus catacumbas? Es como una entrada misteriosa e hipnótica a otra época, un túnel a través del que viajar por por el tiempo, como en Outlander.
Muchos años después, ya durante la época musulmana, se convirtió en el centro de la población mozárabe, manteniendo su estructura. Y ya en la época moderna volvió a convertirse de nuevo en iglesia. Pero la Basílica de Santa Engracia quedó muy dañado tras los Sitios de Zaragoza y tuvo que ser demolido, quedando en pie solo su pórtico, que es el que se conserva actualmente.
El milagro de Santa Engracia
Y después de esta pequeña historia de la Iglesia de Santa Engracia, vamos a contarte un poco quién era ella. ¿Te apetece descubrirlo? El contexto histórico era una Hispania romana empeñada en perseguir y torturar a los cristianos. En este ambiente vivió Engracia, una noble hispanorromana nacida en Braga. Fue obligada a casarse con otro noble y para ello se trasladó a la nueva tierra de su prometido. Pero a su paso por Zaragoza, intercedió en un juicio contra la persecución de los cristianos por lo que fue torturada y finalmente, asesinada y sus restos quedaron en la ciudad.
Muchos años después, el padre de Fernando el Católico tuvo que ser operado de cataratas. ¿Os imagináis una operación de cataratas en el siglo XV? El rey tampoco, así que se encomendó a la santa y pasó el clavo con el que la habían torturado por sus ojos. Contra todo pronóstico, la operación tuvo éxito y el rey creyó que había sido un milagro de la santa así que la convirtió en patrona de la ciudad y construyó la Basílica de Santa Engracia en su honor. Años más tarde, en 1642, ocurrió el milagro de Calanda y la Virgen del Pilar se convirtió en la nueva patrona de la ciudad. ¿Os ha gustado esta historia?