Con la llegada del verano a la gente le empieza a tirar el irse de excursión a la montaña, y no hay nada más atractivo que subir a un ibón y después irse de pozas. Para haceros la elección de la excursión más fácil os vamos a dar un listado de los que nos parece que son los ibones más bonitos del Pirineo.
Los ibones más bonitos según yo
Lo primero para los foranos. ¿Qué es eso de un ibón? Es como se denomina en Aragón a los lagos de montaña de origen glaciar, aunque muchos de ellos están represados para aprovechamiento eléctrico o hidráulico. Este hecho hace que sólo haya ibones en el Pirineo Aragonés, en otros sitios puede haber lagos, embalses o lo que te de la gana, pero ibones como tal, sólo hay en Aragón, lo que hace que el más bonito esté aquí sin discusión alguna.
Haremos la lista como la gente que se hace la interesante, con una cuenta regresiva desde el quinto puesto hasta el top de los tops de los ibones más bonitos que hay.
Ibón de Estanés
En un meritorio quinto puesto colocamos el ibón de Estanés. Tiene la peculiaridad de que pertenece al municipio de Ansó estando en la cabecera del valle del Aspe, pero son cosas raras de los repartos de territorios. Es uno de los ibones más fáciles y accesibles, se puede ir por cuatro caminos diferentes y todos ellos merecen la pena. El camino más corto es desde Francia, comenzando en un aparcamiento al poco de pasar el puerto del Somport, pero las vías más transitadas suelen ser las que van por Candanchú y Aguas Tuertas, ya que son GR11. El cuarto camino es muy chulo, desde el refugio de Lizara subiendo por el valle de los Sarrios, donde hay otro ibón bastante olvidado, y bajando después a Estanés.
Se puede hacer prácticamente todo el año, de hecho es muy recomendable para subir en invierno con raquetas, ya que es una zona muy poco peligrosa.
Ibones de Anayet
Estos ibones están entre Canfranc y Formigal, y se puede acceder desde ambos lugares. El camino de subida más atractivo es el que sale de Canfranc por la Canal Roya, tiene paisajes muy bonitos como la Rinconada, y no es especialmente duro. Una de las cosas que más fama le dan a estos ibones son los singulares picos que los rodean y hacen que sea un paisaje genial. Al lado mismo tienen el escarpado pico Anayet y justo enfrente el Midi d’Osseau, de hecho es típica la foto de este pico reflejado en uno de los ibones.
Desde el lado de Formigal es más corta la subida, ya que hay un aparcamiento de las pistas de esquí que deja bastante cerca, y hay un camino para valientes aventureros (si lo encuentran) que sube desde la Canal de Izas, pero no va nadie por allí, por lo que no es aconsejable. La pena es que la hierba se está comiendo los ibones menos profundos (es su destino habitual), por lo que en próximos años puede que sólo quede uno que está en lecho de roca y es más profundo, pero es una lástima que los ibones más bonitos de esa zona desaparezcan.
Ibón de Respomuso
Hay gente que en vez de ibón le llama embalse, porque la verdad es que tiene una presa del copón. Es un espectáculo colocarte en la pasarela que la cruza y ver la caída que tiene. Mucha gente no la cruza por vértigo. Su acceso normal se hace desde Sallent de Gállego remontando el río Aguas Limpias, y es una ruta bastante fácil y accesible, pero en invierno es muy peligrosa por la gran cantidad de aludes que sufre ese valle. Hay otra ruta que va por el collado de Musales, bastante más dura, pero más segura en invierno. El paisaje es espectacular, rodeado de picos de más de tres mil metros.
También es lugar de paso de la etapa reina de la GR11, que va de Sallent de Gállego al Balneario de Panticosa, al igual que los siguientes ibones.
Ibones Azules
Situados en lo más alto de la zona del Balneario de Panticosa, camino de los Infiernos, los ibones Azules además de ser unos de los ibones más bonitos del Pirineo son los que tienen el nombre mejor elegido, porque son de un color azul intenso tal que casi es increíble. De los dos el que más suele gustar es el superior, no porque esté más arriba, si no porque parece que el paisaje le acompaña más, y es un poco más salvaje ya que el inferior tiene una presa pequeña pero muy evidente. Lo normal es subir desde el Balneario pasando por los ibones de Bachimaña, pero la GR11 que viene del ibón de Respomuso pasa por ellos, por lo que mucha gente que está haciendo esta ruta accede desde el collado de los Infiernos.
Al estar ya a bastante altura y en una ladera norte bastante resguardada suelen aguantar con hielo bastante tiempo, de todas formas merece la pena verlos tanto con él como con deshielo total.
Ibón de Escarpinosa
Para mucha gente este es sin duda el que se lleva el premio de los ibones más bonitos del Pirineo. Está en el valle de Benasque, subiendo por Estós hacia Batiselles, y no es excesivamente duro su ascenso. Cuando llegas allí es espectacular, rodeado de árboles, con las aguas más claras y remansadas que podéis ver en vuestra vida, con la Aguja de Perramó a un lado y el pico Perdiguero enfrente, la verdad es que es un lugar que te deja pasmado. Suele ser típico hacer una especie de rutilla circular pasando también por el ibón de Batiselles, que está más alto, para volver de nuevo al ibonet, por el que pasas de camino a Escarpinosa. Pero una vez visto este los otros dos no llaman tanto la atención, a pesar de ser muy bonitos también.
Un dato curioso es que a la subida, o a la bajada, dando un pequeño rodeo se puede pasar por la cabaña del Turmo, la de la canción de los Celtas Cortos. Seguro que hay mucha gente que sólo por eso ya se animaría a hacer la excursión.