Tradiciones hay muchas pero de las que te llegan al corazón, pocas. Este es el caso de los mantos de la Virgen del Pilar que, te guste o no, verla vestida te emociona. Son esos detalles que si faltan los echas de menos.
Regresa la tradición
El lunes 15 de noviembre la Virgen del Pilar volvió a lucir uno de sus mantos después de más de siete meses al descubierto. Con la llegada del coronavirus se rompió la tradición de vestir a la Virgen, así como obligó a cerrar la Basílica del Pilar por primera vez en sus 340 años de historia. Ahora que la situación parece estar más estabilizada, han decidido retomar este hábito, tan añorado por muchos zaragozanos.
Cabe destacar que hay tres días en el año en los cuales la Virgen del Pilar está al descubierto. El 2 de enero, por la venida de la Santísima Virgen a Zaragoza; el 20 de mayo, la Coronación canónica de la imagen; y el 12 de octubre, su fiesta principal.
Los mantos de la Virgen del Pilar
Tras esta noticia, la curiosidad ha llegado a nuestro ser y nos ha llevado a saber un poco más sobre los mantos. El primer dato que encontramos nos lleva al 1504. En ese año, Juan Benedic donó 100 sueldos para que se le confeccionase un manto a la Virgen. A partir de entonces la donación de mantos se convierte en un acontecimiento común, bien sea para pedir favores o darle las gracias a la Virgen.
En total la Virgen posee más de 450 mantos, todos ellos guardados en los calajes de la Sacristía. De entre todos ellos el más antiguo, que se posee actualmente, es el donado por el Cabildo en 1762. Dicho manto lo confeccionaron las Madres Capuchinas de Zaragoza y, a día de hoy, se sigue usando.
Fuente: Heraldo de Aragón
Otro dato curioso sobre los mantos de la Virgen del Pilar es que su color varía según el calendario litúrgico. El manto es blanco si estamos en tiempo de Pascua y Fiestas del Señor; si no hay nada especial, el color del manto es verde; el color morado se usa para el Adviento y la Cuaresma; el azul se deja para la Novena de la Inmaculada y las fiestas de la Virgen; por último, el color rojo se utiliza para honrar a los mártires. Ahora, cada vez que vayas a visitar a la Virgen, ya sabrás el por qué del color del manto.
Si aún quieres saber más sobre la Virgen, en el Museo Pilarista tienen una colección de obras y joyería que merece la pena visitar. Aunque en estos momentos permanece cerrado por el coronavirus, cuando lo reabran es una visita obligada.
Un poco de Historia
Como todos sabemos en la ciudad de Zaragoza, atravesada por río Ebro, se encuentra la santa capilla, donde está la imagen de la virgen del pilar de Zaragoza. Se hizo famosa tras aparecerse al apóstol Santiago y que fue el motivo de que se construyese tan magna iglesia dedicada a la virgen Santa María del Pilar. De hecho, se dice que fue el propio apóstol quien colocó la primera piedra de la famosa basílica que se ha convertido en el emblema de Zaragoza.
En lo que se refiere a la construcción del Pilar, las primeras referencias datan del siglo XIII. Curiosamente, antes de esto, la principal iglesia de Zaragoza era la de Santa Engracia, cuyos orígenes se remontan al siglo III siendo, seguramente, de las mas antiguas de España. Es evidente que el Pilar ha sufrido numerosas ampliaciones y remodelaciones desde su fundación hasta que Ventura Rodríguez la terminó en el XVIII.
Por otro lado, esta imponente estructura a orillas del Ebro también ha recibido numerosas concesiones de la Santa Sede debido al alto numero de cristianos con arraigo en ella. También se especula que quizás fuera este arraigo y devoción el que facilitara el más famoso milagro del Pilar. Dicha «acción divina» consistió en salvar la catedral de unas terribles explosiones que habrían provocado las bombas que cayeron sobre su superficie en la Guerra Civil Española. Sin duda es todo un argumento para creer en los milagros de la Virgen del Pilar.