En el remoto año de 1870, los antepasados de Salz Medina iniciaron su legado entre los olivos. Desde entonces, generación tras generación, la familia Medina ha cultivado la variedad aragonesa empeltre, conocida por su profundo aroma y su inconfundible sabor.
Inicialmente, las olivas se vendían a granel, marcando el comienzo de una tradición arraigada en la tierra de Aragón. A lo largo del tiempo, este legado fue pasando de padres a hijos, hasta llegar al nieto de los primeros cultivadores, el padre de Salz.
Fue él quien modernizó la explotación familiar, introduciendo maquinaria y técnicas avanzadas para mejorar la siembra, la cosecha y la rotación de cultivos.
Hoy en día, Salz Medina continúa esta venerable tradición familiar, honrando el legado de familiar en cada botella de aceite producida pero aplicando su innovadora visión estratégica y comercial.
Pregunta: ¿Cuándo comenzaste con Salz y Salz?
Respuesta: Aunque soy del pueblo de Agón, en Zaragoza, en 2022 trabajaba en Barcelona. Ante la próxima jubilación de mi padre, decidí hacer un curso en el IAF de Emprendimiento Agroalimentario. Había pasado 16 años entre Barcelona y Londres, trabajando para el sector de la moda de lujo. Aprendí muchas habilidades útiles, desde trabajar por objetivos hasta gestionar equipos y comunicación efectiva. Todo eso me sirvió como base para iniciar este nuevo camino.
P: ¿Tenías en mente dedicarte a esto?
R: Siempre me ha gustado emprender, y las empresas en las que trabajé por cuenta ajena las sentía como mías. Cuando vi que la tradición del campo de mi familia, podría perderse, comencé a reflexionar sobre cómo podría aportar yo con mi experiencia.
Digamos que surgió por el camino y vi el nicho perfecto para poner en práctica lo que sabía.
P: ¿En qué se diferencia el aceite de Salzysalz?
R: Nuestro aceite se diferencia por varias razones. En primer lugar, tenemos una imagen moderna e innovadora, totalmente diferente al resto del mercado. Pero lo más importante es la calidad del producto en sí. Se trata de aceite de empeltre aragonés, recogido tempranamente y extraído en frío de olivos centenarios. Tiene un sabor potente y está lleno de vitaminas, antioxidantes y polifenoles que benefician la salud.
P: Como empresaria rural ¿Qué hitos has conseguido hasta ahora?
R: Mantener la tradición familiar ya es un logro en sí mismo, pero puedo decir con orgullo que hemos logrado varios logros significativos. Tenemos una medalla de plata en Londres por nuestra variedad empeltre, y un premio en Italia como mejores monovarietales del mundo. Recientemente hemos ganado premios al mejor diseño de packaging. Además, estamos presentes a nivel nacional e internacional, en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Asturias y Galicia. Recientemente, hemos empezado a colaborar con el Club del Gourmet de El Corte Inglés.
Estamos inmersos en un proceso de internacionalización muy fuerte, llegando a otros países y posicionando la marca en el segmento de la calidad.
P: ¿Cuáles serían las claves de tu éxito?
R: Diría que tres cosas han sido clave. Primero, tener una mentalidad a largo plazo. En un sector donde se suele vender siempre a volumen, yo aposté por desarrollar la marca y crear nuevas líneas. Segundo, reconocer que todo se reduce a las personas. Mis habilidades comerciales y de relaciones públicas han sido fundamentales. Y tercero, la coherencia del producto. No puedes vender algo de alta calidad si no lo es realmente.
Aunque si tuviera que dar un consejo a alguien que se estuviera planteando emprender le diría que nunca creas que una parte es más importante que las demás. El producto es esencial, pero sin una comunicación y branding adecuados, perderá mucho valor.
P: ¿Qué crees que falta en Aragón a la hora de emprender?
R: En mi caso, creo que hacen falta más ayudas para asistir a ferias agroalimentarias importantes. Es triste que no podamos ir bajo el paraguas de la marca Aragón a eventos como Fitur o el Salón del Gourmet, cuando otras comunidades autónomas sí lo hacen. Necesitamos unirnos más para tener más visibilidad y cambiar esa mentalidad que ha existido siempre en Aragón.
Sobre Salz Medina
Con pasión por Aragón y su pueblo, Agón, Salz Medina es la cuarta generación de una familia con una tradición agrícola que se remonta a 1870.
Después de 15 años dedicados al sector de la moda de lujo en Barcelona y Londres, decidió volver a sus raíces y continuar el legado familiar en el cultivo de la aceituna. Con su marca Salz y Salz, está posicionando su marca en el mundo del aceite de oliva virgen extra gourmet, manteniendo viva la tradición y el sabor de su tierra natal.