El 2 de junio es el Día mundial de la Acción por los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Esta situación afecta a 400.000 personas en España, además de un número importante de casos que se quedan sin diagnosticar. Pero ¿cuál es la situación en Aragón? Para conocerla, hablamos con una integrante de APATAZ, una asociación sin ánimo de lucro que está formada por 30 pacientes y ex-pacientes de una unidad de trastornos de la conducta alimentaria de un centro privado de Zaragoza. Junto a TCA Aragón, suman esfuerzos y trabajan por el bien común de todas las personas afectadas por esta enfermedad y sus familias.
El cometido de APATAZ en Aragón
Bajo el lema ‘lo dificil no es comer’, la asociación persigue dos objetivos principales. Por un lado, APATAZ surge para explicar a todos los ciudadanos en qué consisten los trastornos de la conducta alimentaria con el fin de deshacer muchos prejuicios y estigmas que existen en la sociedad. «La gente piensa que es una tontería, pero queremos desmitificarlo porque se sufre mucho y es un trastorno muy grave que puede llevar a la muerte», confiesa una persona que está dentro de esta organización.
Por otra parte, otra de sus máximas es conseguir que «el seguro escolar cubra el tratamiento de este tipo de trastornos, como se hace en otras comunidades, puesto que no es justo que si no tienes dinero, no puedas acceder al tipo de tratamiento que este trastorno requiere«. En Aragón la situación es diferente: «pagamos ese cuota que según la ley tiene que cubrir cualquier problema físico o mental que se sufra mientras estás en etapa escolar, sin embargo esto no ocurre así». Y es que esta luchadora apunta que, según lo que ella ha vivido, «los medios públicos son escasísimos, no hay un tratamiento adecuado en este sistema».
Testimonio de una luchadora
«Empecé con 12 años y hasta los 27 estuve en el sistema público. Yo me preguntaba: ¿cómo puede ser que lleve tantos años en manos de diferentes profesionales y jamás nadie me haya explicado correctamente en qué consiste un TCA, todo lo que implica y de dónde vienen mis dificultades? Llevaba 15 años enfrentandome supuestamente a este trastorno en diferentes centros públicos, pero yo seguía sufriendo mucho y no sentía que hubiera cambios. Los medios de la sanidad pública son muy excasos. Además, creo que los profesionales no están formados específicamente en esto y, al final, optan por un tratamiento generalizado que no se adapta a las circunstancias de cada paciente. Esta es mi percepción, pues la mayoría de mis compañeras han tenido que recurrir a lo privado. No nos hemos llegado a curar hasta que hemos llegado a tratamientos privados».
El manifiesto de APATAZ
«Los TCA requieren un tratamiento intensivo (normalmente los pacientes acuden a terapia 5 días por semana) y extensivo en el tiempo ya que la recuperación completa requiere de una media de entre 3 y 5 años. Además, hay otros elementos clave como son el comedor terapéutico y la existencia de un grupo de apoyo. El poder del grupo es increíble y es totalmente necesario en el camino de la recuperación, ya que ese grupo está formado por compañeras que han pasado por lo mismo que tú, que te entienden, te escuchan y saben ayudarte de verdad. Por último, el papel de los terapeutas es esencial en este proceso, ya que crear un buen vínculo con ellos y confiar en ellos es el primer paso para avanzar en la recuperación. Necesitamos, sobre todo al principio, un apoyo y un seguimiento diarios y esto no es posible tenerlo en la sanidad pública porque no hay ni medios, ni recursos, ni profesionales suficientes. Es por este motivo por el que al final, muchas de nosotras nos hemos visto obligados a recurrir a centros privados, porque allí sí pueden ofrecer este tratamiento tan específico y completo que requieren los TCA».
Un futuro esperanzador
Todas las personas que conforman APATAZ confían en que la situación actual cambie: «lo ideal sería que se facilitara un tratamiento integral en el sistema público que se ajuste a lo que necesitamos para que todo el mundo tenga acceso a una terapia que le permita recuperarse». Si esto no fuera posible, les gustaría que, al menos, «el seguro escolar cubriera los costes de lo privado, ya que es mucho dinero y mucha gente no puede permitírselo o acaba reduciendo la frecuencia del seguimiento».
Una de las herramientas para poder hacer llegar su mensaje a todo el mundo -sobre todo, a la gente joven- son las redes sociales. Su cuenta de instagram es la plataforma principal y confirman que «cada vez la gente quiere saber más y se está concienciando». Una de las claves por las que creen que su discurso está calando en la sociedad es porque «no es lo mismo que te lo explique una persona que lo ha vivido que lo que te puedan contar lo que perciben los profesionales».
El mensaje de esperanza de APATAZ
Desde Apataz, animan a que toda persona que lo necesite «pida ayuda, pues no está sola, y no hay nada por lo que avergonzarse o tener miedo. Hay muchos sitios en los que van a ayudarte a encontrarte mejor y que, aunque parezca imposible, uno se recupera«. Pero también recuerdan que el apoyo de familiares y amigos es «fundamental» y que van a estar ahí para «tenderte la mano y ayudarte», porque, aunque confiesa que a veces aceptar su amparo cueste, son un «pilar imprescindible».