La historia de la Semana Santa en Zaragoza ha tenido diferentes fases: desde sus orígenes difusos hasta como la conocemos hoy en día. Como decimos, su inicio no está tan claro como en otras tradiciones zaragozanas, debido a la propia historia de la ciudad de Zaragoza. Y es que las guerras, los sitios y cualquier tipo de violencia solo han contribuido a borrar una pequeña parte de nuestra grandísima historia. Pero desde aquí queremos reivindicar ese pedacito de historia de la Semana Santa en Zaragoza y que perdure como ha llegado hasta nosotros. ¡Esperamos que os guste!
Historia de la Semana Santa en Zaragoza
Los orígenes de la Semana Santa zaragozana se vinculan a dos entidades religiosas zaragozanas. Por un lado la Venerable Orden Tercera de San Francisco de Asís, que siempre estuvo ligada al fomento de la devoción por los misterios de la pasión de Cristo. Ya por el siglo XVIII organizaban tres procesiones: la del Encuentro (Martes Santo), la del Santo Entierro (Viernes Santo), y la de la Resurrección (Domingo de Pascua).

Estuvieron asentados en el antiguo Convento de San Francisco (parte de la actual Diputación Provincial de Zaragoza). Sin embargo, cesaron su actividad a partir del segundo sitio de Zaragoza, allá por el 1808, en el cual también se destruyó el convento. Con él se perdieron todos sus bienes, muchos de los pasos, y todo lo escrito acerca de la historia de la Semana Santa en Zaragoza. Una pena…

Por otro lado, está la Muy Ilustre, Antiquísima y Real Hermandad de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Madre de Dios de Misericordia, más conocida como Hermandad de la Sangre de Cristo. Se estima que en el siglo XIII ya veneraba a un Cristo en la capilla del Convento de San Agustín. Se trata del mismo Cristo que sale cada Viernes Santo en la Procesión del Santo Entierro. Más conocido como «El Cristo de la Cama», único paso que se salvó de su destrucción en el Convento de San Francisco.
La Semana Santa zaragozana en el siglo XX
Desde el siglo XVIII fueron los terceroles los que sacaban los pasos en procesión cada año desde la Iglesia de Santa Isabel de Portugal (Iglesia de San Cayetano). Labradores y ganaderos de los alrededores de Zaragoza, organizados por la Hermandad de la Sangre de Cristo, vestían sus túnicas y terceroles (prenda que cubría la cabeza sin capirote) y realizaban diferentes procesiones.

La Semana Santa en la Segunda República
Con las imágenes restauradas, se procesionaba cada año con normalidad, hasta la llegada de la Segunda República. Desde entonces, debido a la tensión política, la Hermandad de la Sangre de Cristo decidió no celebrar la procesión durante los años 1932, 1933 y 1934. Un año después, en 1935, se produjo un incendio en el almacén donde se almacenaban los pasos, afectando de lleno al de la Entrada de Jesús en Jerusalén. A la par, los terceroles, se declaraban en huelga.

Finalmente y para que la procesión se llevara a cabo, surgió a iniciativa de asociaciones religiosas, que fueran ellos los portaran los pasos. De esta forma se reunieron unas 400 personas para ir en procesión en 1935. Y constituyó el origen de la historia de la Semana Santa moderna tal y como la conocemos hoy en día.
A partir de ese año, a los pasos se les añadieron ruedas para mejorar su transporte. Dos años después, en 1937 se creó la primera cofradía penitencial de la historia de la Semana Santa en Zaragoza. Esta surgió en torno al paso que portaban, el de Nuestra Señora de la Piedad, adoptando el mismo nombre para la cofradía. Pero años después, en 1941, fue completada con la Hermandad de Tierra Santa, siendo autorizada para constituir su nombre como Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y del Santo Sepulcro.
Cofradías y Junta Coordinadora de Cofradías
Fue esta la primera cofradía hasta las 24 actuales cada una con sus procesiones particulares. Cofradías que fueron haciéndose cargo de los pasos propiedad de la Hermandad de la Sangre de Cristo. E incluso encargaron pasos propios. Además, en 1940, la Cofradía de las Siete Palabras acompañó la procesión con el tambor del Bajo Aragón. Instrumento que adoptarían la mayoría de las cofradías para sus procesiones.

Pero claro, con el auge de cofradías, fue la Hermandad de la Sangre de Cristo quien propuso la creación de la Junta Coordinadora de Cofradías, en 1948. En su momento fue dependiente de la Autoridad Eclesiástica y presidida por la Hermandad. Hoy en día tienen un organigrama más complejo con sede en la Iglesia de Santa Isabel de Portugal. Y es esta entidad la que organiza el Pregón y los Concursos y Exaltaciones de Instrumentos de Semana Santa.
Actualidad de la Semana Santa en Zaragoza
Pero si hay algo que caracteriza a la historia de la Semana Santa en Zaragoza es que ha mantenido su unidad para la Procesión del Santo Entierro. En ella, todas las cofradías componen un vía crucis en el que se representan todas las escenas de la pasión y muerte de Cristo. Pero la historia de la Semana Santa en Zaragoza no acaba ahí. En las últimas ediciones, previas a la etapa pandémica, había conseguido el reconocimiento autonómico, nacional e internacional.

En primer lugar, por decreto de la Diputación General de Aragón se reconoció la Semana Santa en Zaragoza como «Fiesta de Interés Turístico de Aragón». Años después, en 2001, la Secretaría General de Turismo del Ministerio de Economía y Hacienda la nombró «Fiesta de Interés Turístico Nacional». Y desde el 2014 está reconocida por la Secretaría de Estado de Turismo como «Fiesta de Interés Turístico Internacional».

Hoy en día procesionan más de 16.000 cofrades repartidos entre 24 cofradías y hermandades a ritmo de tambor, bombo, timbal, matracas, carracas e incluso jotas. Historia, trabajo, empeño y devoción que hacen que la Semana Santa en Zaragoza sea lo que hoy en día vemos en nuestras calles.