El acuerdo entre la empresa Avanza y los trabajadores del autobús de Zaragoza se antoja cada vez más complicado. La situación empieza a ser de lo más tensa y los paros de actividad van a perdurar, a priori, durante todo el mes de septiembre. Con más de 600 días de conflicto, el foco está puesto en las Fiestas del Pilar, las cuales se ven amenazadas ante el recrudecimiento de la huelga de bus.
Y, mientras tanto, los ciudadanos de Zaragoza siguen desesperados ante los constantes paros en el servicio de este transporte público. Además, los horarios y las altas temperaturas están convirtiendo las esperas en un auténtico infierno para los usuarios del autobús zaragozano.
El coste acumulado por los paros dificulta el acuerdo
Las consecuencias económicas que conllevan los sistemáticos paros de los trabajadores del bus urbano están siendo muy importantes para la empresa Avanza. Según la compañía, las pérdidas oscilan alrededor de 400.000€ al mes. Una cifra considerable que dificulta, en gran medida, el posible acuerdo entre la entidad y sus trabajadores.
A su vez, los empleados de Avanza también están viendo reducciones en sus respectivos salarios. Y es que, según el comité de empresa, hacer huelga de lunes a domingo conlleva una reducción salarial de entre 100 y 200€ mensuales para los trabajadores. Esta cifra, sumada al alto coste de la vida actual debido a la inflación, provoca graves dificultades a la hora de afrontar las diferentes obligaciones económicas de los empleados.
Lo que piden los trabajadores del bus urbano de Zaragoza
En lo que se refiere a lo que solicitan los trabajadores, hay que remontarse a los orígenes del conflicto. Desde el año 2013, los trabajadores de la compañía tienen congelado el salario, lo cual supone, a día de hoy, una pérdida de hasta el 14% del poder adquisitivo de la plantilla. Por tanto, los trabajadores se escudan alegando que únicamente están pidiendo lo que les pertenece.
Hace unas semanas, desde Zaragoza Ciudad salimos a las calles para preguntar a la gente acerca de la huelga del autobús urbano. En dicha práctica de reporterismo, tuvimos la oportunidad de entrevistar a un conductor de autobuses que, debido a sus circunstancias, nos pidió mantener su anonimato. En las declaraciones que nos hizo, aseguró que “con lo que está subiendo la vida es justo exigir un aumento salarial y más con tantos años de paralización del convenio”.
Las condiciones para la negociación
Por otro lado, para el inicio de la negociación de las cláusulas sociales de dicho convenio, hay tres condiciones a cumplir. En primer lugar, la revisión salarial, dado que, como hemos comentado, el salario lleva congelado desde 2013. A su vez, los trabajadores exigen también la recuperación de la antigüedad y, por último, el registro de jornada.
¿Qué opina la ciudadanía del conflicto?
Entre los ciudadanos de Zaragoza, si bien es cierto que no existe una homogeneidad en absoluto, sí que parece que la postura principal es bastante clara. En una encuesta que lanzamos hace unos días desde Zaragoza Ciudad, preguntamos a nuestra comunidad si están a favor o en contra de la huelga promovida por los trabajadores de Avanza. El resultado ha sido de un 78% en contra y un 22% a favor.
Entre los argumentos que nos han facilitado con respecto a la decisión de postularse de forma contraria, hay opiniones muy diversas. Una usuaria llamada Ana afirma que entiende que “defiendan lo que es suyo, pero hay líneas como la 52 que es un horror y el tiempo de espera es de 28-30 minutos”. A su vez, también asegura que las condiciones de espera en las paradas son tremendamente duras debido al calor y que los servicios mínimos no son suficientes.
Por otro lado, Laura se muestra contraria porque considera que lo paga el ciudadano y no los verdaderos culpables de la situación. “Tengo compañeras que han sido despedidas por llegar tarde al trabajo debido a la huelga del autobús”, sentencia esta usuaria de Instagram.
A su vez, de la parte de los ciudadanos que se muestran favorables, Marta opina que es legítimo lo que hacen los autobuseros, ya que “cada uno tiene que luchar por sus derechos”. En la línea de esta usuaria, Joaquín afirma que “los ciudadanos tenemos que apoyarnos los unos a los otros cuando se dan injusticias de este tipo”.
Un enfrentamiento sin solución a corto plazo
Por desgracia para todas las partes implicadas en el conflicto, la solución se antoja muy complicada y no parece tener una pronta resolución. A priori, los paros en el servicio de transporte se van a prolongar durante todo el mes, y lo harán de forma tan intensa como hasta ahora.
Por otro lado, viendo que el conflicto atañe a toda la ciudadanía zaragozana, todavía se espera una participación activa por parte del Ayuntamiento de la Ciudad. Hasta la fecha, la decisión por parte del consistorio ha sido mantenerse al margen, alegando que “corresponde a empresa y a trabajadores asumir su responsabilidad”, en palabras de Natalia Chueca, concejala de movilidad.
En el día de ayer, la propia Chueca se mostró confiada con respecto a que la plantilla de de bus de Zaragoza, en su totalidad, pueda votar la última propuesta del SAMA. La consejera también considera que la oferta es “muy buena y muy razonable”. De este modo, en el Ayuntamiento esperan que los votos de los trabajadores desatasquen una situación que está durando demasiado.
El cambio de postura del actual alcalde
Merece la pena recordar que cuando el actual alcalde, Jorge Azcón, se encontraba liderando la oposición, tuvo lugar otra huelga del autobús urbano de Zaragoza. Fue en el año 2016, en febrero, cuando estalló este conflicto. En lo que se refiere a la postura del Partido Popular, hay que destacar que fue muy dura contra la alcaldía, alegando que tenía a la gente “tirada en las paradas del autobús sin preocuparse absolutamente de lo que les ocurre”.
Es algo muy similar a lo que ha ocurrido durante los meses de verano, aunque está claro que no hace la misma temperatura en febrero que en agosto.
Hay que recalcar que, a día de hoy, el Ayuntamiento todavía se está recuperando de la caída en abonos de transporte público, incluido el autobús, que provocó la pandemia. Se ha perdido hasta un 20% de usuarios desde el año 2020, lo cual es una gran merma a nivel de recaudación. En este sentido, el consistorio sí que tomó cartas en el asunto reduciendo las tarifas de la tarjeta bus para incentivar el transporte público.
No habrá reembolso de los abonos
La propia responsable de movilidad también aseguró hace unos días que la situación de enfrentamiento y paros no suponen ningún ahorro económico para el Ayuntamiento de Zaragoza. Además, hizo hincapié en la importancia que tiene recuperar el número de usuarios perdidos por la pandemia, pues actualmente todavía no se ha conseguido.
Debido a esta serie de motivos, la alcaldía no se plantea el reembolso de los abonos a los ciudadanos, tal y como se solicitaba desde colectivos como la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza.
Objetivo: las fiestas del Pilar
Aunque se mantiene la esperanza de que el conflicto finalice antes de las fiestas del Pilar, existe la posibilidad de que no sea así. Este escenario sería complicado para todos los factores de la ecuación, dado que son unas fechas en las que se augura una alta movilidad a lo largo y ancho de Zaragoza.
Aun así, las partes esperan que la situación se resuelva antes de las fiestas y que, por tanto, no peligre en absoluto el correcto desarrollo y funcionamiento de este periodo tan apasionante para la ciudad. Tras tantos meses de pandemia, este año hay mucha expectación con respecto a las Fiestas del Pilar, de modo que nada puede ni debe salir mal.