Vicerrectora de Política Científica de la Universidad de Zaragoza, Rosa Bolea es una de las personas más influyentes a nivel mundial dentro del ámbito de la sanidad animal, según el ranking elaborado por Expertscape el año pasado. Nacida en Leciñena (Zaragoza) en 1968, esta catedrática de Sanidad Animal fue vicedecana de la Facultad de Veterinaria, y una de las impulsoras del máster en Salud Global que la Universidad de Zaragoza lanzó en 2022.
Como vicerrectora ha impulsado, entre otros logros, la captación de talento al favorecer que la Universidad de Zaragoza sea atractiva para investigadores del más alto nivel. Como ejemplo, recientemente se ha traducido en la captación de 5 investigadores e investigadoras jóvenes en el marco del prestigioso programa Marie Curie.
Pregunta: La Unión Europea acaba de conceder 5 becas del programa María Curie para que cinco investigadoras e investigadores vengan a desarrollar sus proyectos a diferentes departamentos de la Universidad de Zaragoza. ¿Qué significa esto para la Universidad?
Respuesta: Este tipo de programas son muy competitivos en Europa. Sin duda, esta convocatoria Marie Skłodowska-Curie representa una oportunidad para formar, atraer e incorporar talento investigador postdoctoral de excelencia y desarrollar trabajos de investigación de alto impacto de todas las áreas científicas, durante dos o tres años. Se trata de talento con mayúsculas. Significa que son personas con muy alta capacitación en el mundo de la investigación, con lo cual estamos encantados de que hayan escogido desarrollar estos proyectos en Unizar.
P: ¿Este tipo de programas son el eje central de tu trabajo como vicerrectora de Política Científica?
R: Este tipo de programas de captación de talento son muy importantes en mi trabajo, porque atraen personas que, como he dicho, tienen mucha potencia investigadora, y esto es fundamental para que los mimbres de la investigación en la Universidad de Zaragoza sigan siendo sólidos y cada vez más competitivos. Pero también tenemos otros programas de captación de talento muy importantes, como son Ramón y Cajal y ARAID, que nos permiten atraer currículos impresionante. En nuestro programa propio de investigación, también tenemos otras convocatorias para ayudar a atraer más talento, como es el programa que lleva el nombre de Manuel López, que hemos creado en el mandato del Rector actual, y otras convocatorias para atraer contratos predoctorales, por ejemplo, Cofunds. Así, uno de los ejes de mi Vicerrectorado es la captación de talento, pero luego tenemos muchos otros, apoyamos a los investigadores para conseguir financiación para realizar nuestros proyectos de investigación, en Europa, España, en convocatorias regionales, para asegurar la calidad de recursos humanos de la investigación a nivel europeo, para fomentar la Ciencia abierta, para reformar la evaluación de la investigación, para mantener y mejorar el Servicio de Apoyo a la Investigación, para orquestar a los institutos de investigación de la Universidad, que son los buques insignia de la investigación en nuestra Universidad, para ofrecer servicios de Biblioteca modernos y ajustados a nuestra época, y muchos otros.
P: Además de ser docente e investigadora de referencia mundial, en los últimos años has ocupado cargos importantes en la gestión de la Universidad. Si tuvieras que elegir una de estas facetas, ¿con cuál te quedarías?
R: Soy de las que piensan que hay que hacerlo lo mejor posible, estés donde estés y desempeñes el trabajo que desempeñes. Hay que darlo todo, con seriedad y rigor. He de decir que me encanta mi papel como docente, disfruto muchísimo en el aula con los estudiantes, esta es una gran responsabilidad y hay que generar esa inquietud y esa creatividad en ellos y ellas, que les ayude a seguir creciendo cada día. Y me apasiona la investigación, que nutre directamente a la Ciencia y al progreso, y también a las clases que recibe diariamente nuestro estudiantado. Pero la internacionalización es parte de mi ADN, necesaria para crecer como docente, como científica y como persona, respetando esa diversidad tan atractiva en los campus de culturas variopintas. Es difícil quedarse con sólo una de estas facetas. El futuro pasa por la multidisciplinariedad. Es lo que nos está pidiendo la sociedad y nos tenemos que adaptar a ello.
P: Recientemente se ha conocido que te presentas a rectora de la Universidad de Zaragoza para dirigir esta Universidad. ¿Cuáles van a ser tus objetivos?
R: Pues son muchos y todos encaminados a hacer de la Universidad de Zaragoza una universidad de referencia. Como te acabo de decir, lo doy todo allá donde estoy y creo que los buenos resultados que avalan mi gestión pueden ser un valor muy serio y, sobre todo, seguro. Quiero poner la mirada de mi gestión en el futuro de la Universidad. Hay multitud de retos, desde la consolidación de la calidad y oferta de los títulos universitarios, hasta la profundización en la internacionalización de nuestras aulas y laboratorios, pasando por una formación continua y a lo largo de la vida en constante actualización y adaptada a nuestro entorno social y económico. Quiero una universidad participativa, que escuche a su personal y sus estudiantes, quiero que haya diálogo y rendición de cuentas. Creo en una universidad atada a la sociedad a la que sirve y por eso quiero profundizar en la trasparencia tanto interna como externa. Quiero una universidad ágil en sus procedimientos, entendiendo que somos una entidad pública y estamos necesariamente sometidos al control administrativo y económico. Puede sonar pretencioso, pero quiero adaptar la universidad a los enormes retos que tiene por delante la educación superior y la ciencia en esta primera mitad de siglo XXI.
P: Precisamente el pasado mes de mayo se conocieron los resultados del análisis de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (FCyD) en donde la Universidad de Zaragoza obtuvo unos resultados que la sitúan mayoritariamente en la zona media y sólo la Facultad de Veterinaria se subió al podium de la excelencia al situarse en la tercera posición. Y, los resultados publicados por el periódico digital «Animals health» en materia de las mejores universidades para estudiar Veterinaria en España en 2024, la Facultad de Zaragoza es la segunda mejor facultad de España. ¿Qué habéis hecho en Veterinaria para ocupar estos destacados puestos?
R:Bueno, creo que los ránquines no son un instrumento definitivo. Nos ayudan a saber dónde estamos, pero lo importante es saber dónde queremos estar. De cualquier forma, nuestro trabajo en la Facultad de Veterinaria es un buen modelo para tener en cuenta y siempre es un orgullo que se reconozcan los méritos, aunque, repito, que no solo hay que tener en cuenta estos indicadores. El Grado en Veterinaria tiene también la acreditación de la Asociación Europea de Centros de Educación Veterinaria (EAEVE), que reconocen la calidad impartida en la titulación. Ciencia y Tecnología de los Alimentos, que también se imparte en la Facultad de Veterinaria, es la número uno de España. También han entrado otros grados de la Universidad de Zaragoza. Y existen otros ránquines que nos ayudan a ver la universidad de Zaragoza en toda su dimensión y calidad comparada con el resto de universidades del mundo.
P: Precisamente has dicho muchas veces que la Internacionalización es un pilar clave para el futuro de la Universidad. ¿De dónde te viene ese convencimiento?
R: Desde cuando era estudiante de veterinaria en la universidad de Zaragoza. Fui delegada desde segundo curso, y luego me eligieron presidenta, de la International Veterinary Student Association (IVSA), una asociación que me cambió la vida. Organizamos intercambios con estudiantes de otras Facultades de Veterinaria de Europa (Gante, Bélgica; Wroclaw Polonia; Budapest, Hungría…) y fue una experiencia increíble. Representé a mi Facultad como estudiante en los congresos de IVSA en Londres y Bristol; Budapest; Utrecht; Zurich y Berna. Esa experiencia internacional, esas redes tejidas en mi juventud, ese aprendizaje cultural europeísta fue mi espina dorsal para desarrollar mi futuro.
Además, tuve la suerte de ser la 2ª generación de ERASMUS de Unizar, con la Universidad de Utrecht (Holanda). Se consideraba por aquel entonces, año 1991, la mejor Facultad de Veterinaria de Europa. Estudiar en otro idioma, con unos medios tecnológicos inimaginables en España por aquel entonces, no se me olvidará nunca. Y luego ya en Zaragoza decidí dedicarme a la investigación y tuve la suerte de entrar en el equipo del catedrático Juan José Badiola. Todo un referente mundial en investigación. Soy lo que soy gracias al trabajo en equipo.
Este espíritu es el que me anima para perseguir un mejor posicionamiento internacional de mi universidad y tratar de que sea atractiva en todos sus ámbitos de conocimiento.
P. Por último, ¿cómo quieres que sea la Universidad de Zaragoza en los próximos años?
R: Espero trabajar por una Universidad que responda a las demandas laborales, sociales y culturales de la Sociedad que va a venir marcada, entre otras cosas, por la diversificación y aumento de la oferta en educación superior, la necesidad de actualización formativa constante de nuestros egresados, los retos tecnológicos y sociales que va a generar el desarrollo de la Inteligencia Artificial y la competencia global en creación de conocimiento. Me gustaría que quien se acerque al campus en unos años se cruce con una gran diversidad de estudiantes y profesorado, que se les escuche hablar en varios idiomas y que se pueda acceder a titulaciones que ahora no nos imaginamos. Me gustaría, y hay que seguir trabajando en ello, estrechar la brecha de género en las carreras STEM. Las niñas tienen que encontrar referentes de mujeres en matemáticas, Ciencias, Tecnología e Ingenierías. Y en el ámbito de la investigación, espero que los institutos de investigación brillen con luz propia, acompañando a este tejido investigador tan rico que tenemos en nuestra Universidad, y que nuestros servicios de apoyo a la investigación sigan dando el oxígeno que se merecen nuestras investigadoras e investigadores. Las empresas tienen que encontrar en la Universidad el apoyo que necesiten para afrontar los retos que se les presentan en una competencia global. La Formación Permanente será ágil, con microcredenciales respaldadas por certificaciones muy relevantes. Nuestra Universidad tiene que estar presente en alianzas internacionales. UNITA ya es un hecho que no dejará de crecer y de generar el ecosistema internacional clave para nuestra comunidad universitaria, estudiantado, PDI y PTGAS; y establecer alianzas de otro tipo con instituciones de otros continentes. Quiero un estudiantado valiente que se crea las fortalezas de nuestra Universidad, que se haya forjado también fuera de Unizar. Y muchos otros hitos que explicaré más adelante en el desarrollo de las líneas estratégicas de mi programa para la universidad de Zaragoza. Va a ser la única manera de encarar el futuro.
Entrevista realizada por Daniel Longás, periodista de Zaragoza Ciudad