El Puente de Piedra es el ejemplo por antonomasia de lo pragmáticos que somos los maños para nombrar las cosas. ¡Qué más da que algo tenga un nombre oficial! Lo llamamos de la forma que nos parece. Que es un puente hecho de piedra, pues Puente de Piedra, que lo hacen con tablas, Puente de Tablas, que lo hacen de hierro, pues Puente de Hierro.
Puente de Piedra, el origen
Hay una leyenda urbana por ahí que va diciendo que es un puente romano, porque hay gente que cuando ve un puente hecho de piedra inmediatamente piensan que lo es. Pues sí que hubo un puente romano en esa misma situación, de hecho era lo que le daba una gran importancia a la ciudad de Caesaraugusta al ser el único paso del río en un montón de kilómetros. Ese puente fue destruido en el siglo IX y reconstruido posteriormente, y el que hay actualmente es del siglo XV de estilo gótico.
Como durante mogollón de tiempo era el único puente que había para cruzar el río tuvo mucha importancia, cobrándose peaje por pasarlo e incluso los pueblos de los alrededores de Zaragoza pagaban un impuesto para su mantenimiento. También tuvo un molino, del que se puede ver aún su base en uno de sus pilares.
Derrumbes, guerras y remodelaciones
Durante los casi 600 años que tiene este puente ha tenido una vida bastante agitada. Para empezar el río se lo ha llevado por delante alguna que otra vez, como la riada de 1643 cuya destrucción quedó impresa en un cuadro de Martínez del Mazo (que se puede ver un poco más arriba). Durante el segundo sitio de Zaragoza, en la Guerra de la Independencia, el ataque francés se cebó mucho con el barrio del Arrabal y este puente, ya que era un punto estratégico para la toma de la ciudad. Para la conmemoración de estos hechos hay un peirón en el extremo de la margen izquierda.
Con el paso de los años también se empezó a remodelar para acomodarlo a los nuevos tiempos, al principio del siglo XX se derribaron las torres que tenía en su parte central y se ampió el ancho de la calzada con un voladizo para poder dar cabida al tráfico y a los tranvías y se colocó una varandilla de metal que muchos recordarán. También es curioso que uno de los arcos del puente quedó bajo el paseo Echegaray y Caballero, y ahí sigue enterrado.
En el año 1971 hubo un accidente famoso en el que un autobús cayó al pozo de San Lázaro cuando iba a entrar en el puente, dando lugar a multitud de leyendas que aún perduran.
El aspecto actual es de la última remodelación en 1991 cuando se intentó volver a darle un aspecto más medieval, volviendo al ancho original y con un murete de piedra.
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El Puente de Piedra y su importancia
Desde su construcción este puente fue durante siglos la vía de comunicación más importante hacia el noreste del país y Francia, ya que era casi el único paso sobre el Ebro. Así mismo para la ciudad de Zaragoza siempre ha sido el principal punto de unión entre la margen derecha y la margen izquierda, incluso gracias a él nuestros amigos de Huesca nos sacaron el mote de cheposos, debido a que con el cierzo la gente pasa el puente encorvada. También aparece en varias jotas y es un punto clave en muchas celebraciones, como las fiestas del Pilar.
De todas formas el principal atractivo actual del Puente de Piedra es sobre todo turístico, ya que es el sitio favorito de la gente para hacer fotografías de la Basílica del Pilar y del río Ebro, y sus atardeceres son míticos.
Para llegar al Puente de Piedra es muy sencillo, está al lado del Pilar y la Seo y multitud de autobuses y el tranvía te acercan a él.