5 historias de amor con Zaragoza como testigo

Zaragoza está repleta de lugares con encanto y planes románticos para cualquier día del año pero, ¿sabías que la ciudad también está llena de idilios amorosos poco conocidos? Cine, música, historia, pasión… toda una montaña rusa de emociones en nuestras calles. En estas 5 historias de amor con Zaragoza como testigo podrás descubrir los secretos de las aventuras más románticas de la ciudad. ¡No te las pierdas!

5 Historias de amor en Zaragoza

1- El Palacio de Larrinaga

Sobre los cimientos de un trágico romance, se erige el Palacio de Larrinaga. Todo comenzó durante una misa en la Basílica del Pilar. Allí se conocieron Pedro Larrinaga y Asunción Clavero, y el amor surgió tan rápido que pronto se casaron, La pareja se mudó a Liverpool debido al trabajo de Pedro como magnate naviero, y de su feliz matrimonio nacieron tres hijos. Pero Asunción añoraba su tierra natal, Aragón, así que su amado esposo decidió construirle un palacio con la idea de convertirlo en su residencia de retiro.

Pedro contrató a uno de los arquitectos más brillantes de la ciudad, Félix Navarro, responsable de obras tan fantásticas como el Monumento al Justicia o el Mercado Central. Le encargó construir de piedra y mármol un espectacular palacio en una parcela de más de 100.000 metros cuadrados en la Avenida Miguel Servet, y que este estuviera orientado hacia el pueblo natal de Asunción, Albalate del Arzobispo, para mayor alegría de ella.

Su hermoso palacio ya los esperaba amueblado y reluciente, pero el destino quiso que el matrimonio jamás llegase a disfrutarlo. Asunción murió a los 65 años, cuando apenas faltaban un par de años para su mudanza. Pedro no pudo soportar la idea de vivir en aquel templo que había construido para su mujer sin que ella estuviera allí, y lo vendió tal como estaba.

Diez años después, Pedro Larrinaga también falleció, y descansa desde entonces en el cementerio de Liverpool junto a su amada esposa, Asunción Clavero.

2- Il Trovatore

En el Palacio de La Aljafería se desarrolla la célebre obra de Giuseppe Verdi, Il Trovatore. Forma parte de la trilogía del periodo medio de Verdi, junto a las célebres Rigoletto y La Traviata.

Una bruja es ejecutada en la hoguera y una gitana, Azucena, madre de Manrico, ansía vengarla.

La joven doncella, Leonora, vive en La Torre de la Aljafería enamorada de un trovador que cada noche le regala sus serenatas, es Manrico, el hijo de Azucena. Sin embargo, el Conde Luna, devorado por los celos, decide encerrar a la doncella en un convento para impedir su amor.

Los amantes consiguen escapar. Pero el Conde acecha entonces a la madre de Manrico, y este abandona a su amada para rescatarla. Así el Conde da caza a ambos, a Manrico y a Azucena, y los encierra en el palacio con el plan de asesinar a ambos. La valiente Leonora decide entonces salvarlos a cualquier precio, y se promete en matrimonio con el Conde a cambio de que los libere.

Manrico, al enterarse, rechaza a Leonora. Lo que no sabe es que ella, torturada por la visión de su destino, ha tomado un veneno que la matará antes de que se celebre el matrimonio. Leonora muere en brazos de Manrico, y el Conde, descubriendo el engaño, ejecuta a Manrico. Azucena revela entonces la verdad: ella crió a Manrico como a su hijo para, un día, vengar a su madre, la bruja a la que asesinaron en la hoguera. Manrico y el Conde Luna eran hermanos. Finalmente, el Conde se lamenta de seguir vivo.

El drama amoroso es tremendo en esta ópera, que no puede dejar de formar parte de nuestras 5 historias de amor en Zaragoza.

3- Nuestros Amantes

Menos dramática es la historia creada por el director aragonés Miguel Ángel Lamata, calificada por público y crítica como una carta de amor a Aragón.

Carlos es un guionista frustrado. Irene no sabe qué hacer con su vida. Se conocen, se atraen, y con la única norma de no enamorarse, deciden jugar juntos para que sus vidas sean menos aburridas. Irene es una turolense brillante, original y está llena de ilusión por la vida. Esto va contagiando poco a poco Carlos, que acaba por incumplir la norma, y olvidándose de su tristeza, de su ex mujer y del ex de Irene que todavía la ronda, decide lanzarse a vivir con ella, que también se ha enamorado de él, una nueva vida llena de amor, alegría y aventuras. ¿Dónde? En nuestra bella ciudad, Zaragoza.

4- Sin ti no soy nada

El dúo Amaral ya han explicado en múltiples ocasiones cómo esta canción habla de una relación tóxica, de dependencia emocional, de adicción y alejada del ideal de amor. Sin embargo, argumentan, todas las personas pueden verse atrapadas en una historia similar, y Amaral deseaban reflejar en su tema una situación de este tipo.

Gracias a ella fueron galardonados con el premio Ondas en 2002. La propia Eva Amaral explicaba así su sensación tras ganarlo: “Estaba directamente alucinando. Nosotros éramos dos pobres desgraciados que tocaban la guitarra en Zaragoza. Siempre lo hemos agradecido muchísimo”.

Y es que el amor al arte, también es amor.

5- La Virgen del Pilar

Para terminar con estas 5 historias de amor con Zaragoza como testigo, no podemos dejar de nombrar el amor de todos los mañicos y mañicas por la Virgen del Pilar. Muchas son las canciones, joticas y odas que se le han compuesto. Desde Zaragoza Ciudad queremos quedarnos hoy con este poema de Carmen Morales, vecina de Villalengua, que nos llega al corazón con su sencillez y su belleza.

“VIRGEN DEL PILAR»

Voy a decirles a ustedes
con mi mayor humildad,
una estrofa que he pensado
para este día especial.

A nuestra madre del cielo,
Virgencita del Pilar,
le invoco me de su fuerza
para poder terminar.

En este 12 de Octubre
venimos a saludarte,
a oír esta Santa Misa
y poder acompañarte.

Como no puedo cantarte,
mi voz ya se va agotando,
te dedico esta plegaria
en el día de tu Santo.

Que bonita esta la Virgen
al pie del altar mayor.
Iluminan toda plaza
tu corona y tu candor.

Aquí llegaste a este templo
por una persona anónima,
y aquí tienes a tus hijos
que te quieren y te adoran.

En carne mortal llegaste
al Pilar de Zaragoza.
Desde entonces te veneran
y tu columna se adora.

Santiago, que lo sabía,
al pie del Ebro esperaba,
y te entonó una Jotica
que luego quedó en plegaria.

Si será grande la Virgen,
Nuestra Virgen del Pilar.
que entre todos te nombraron
Reina de la Hispanidad.

¿Cómo me despediré
de este público especial?
Me despediré invocando
a la Virgen del Pilar.